ADELGAZAR COMIENDO

LA SALUD POR ENCIMA DE TODO


¿Cual es el secreto?
A la hora de hablar de regímenes de adelgazamiento, ademas de nutrición, normalmente se ponen en juego muchas otras variables que influyen tanto o mas que nuestro metabolismo y es que, si uno no se enfrenta a la vida con determinación,  y con la firme idea de vencer el miedo o los miedos, ningún manual de dietetica ni nada van a lograr que cada uno alcance sus objetivos. En la voluntad de decidir de cada uno está el secreto de todo.

¿Una dieta para todos?
Está bien que el progreso intente globalizarlo todo, que los avances tecnológicos traten de igualar cada vez mas a las sociedades. Pero, ¿se puede confeccionar una dieta prototipo  para todos? ¿Somos todos iguale sen este sentido?
En el tema de las dietas no se puede medir a todos por el mismo rasero. Cada persona, igual que asimila sus experiencias de una manera particular,  asimila los alimentos de distinta manera y sus circunstancias le afectan provocando una serie de reacciones en su organismo.
Hay muchas cosas que influyen en una dieta, ademas del factor nutritivo: la educación, los hábitos alimenticios de cada persona, los familiares, el estrés, la tensión, la soledad, etc. Generalmente se tiene poco en cuenta las necesidades de cada persona y se busca la dieta perfecta, pero,¿ perfecta para quien?
Lo que quiero dar a entender es que la dieta es algo absolutamente personal de cada uno de cada uno, a pesar de que haya cosas que son aplicables a todos.
Pero, lo cierto es que no todas las dietas funcionan bien para todos.Cada uno, ademas de consultar aun especialista, tiene que sentirse bien con la dieta que emprenda.
Cuando uno comienza una dieta, tiene que observarse, fiarse de los signos externos, como, por ejemplo, ver si le afecta o no psicologicamente, si se siente mas cansado o menos que antes para elegir lo que le convenga... No se puede realizar una dieta si lo único que esto le provoca son problemas y angustias.
Sin embargo, seguir una dieta no es tan difícil, siempre que lo que hagamos no sea convertirnos en un robot. Comemos mal y demasiado, mucho mas de lo que necesitamos para tener cubiertas nuestra necesidades nutritivas.
¿Cuando deber sonar la alarma?
hay muchas dietas de adelgazamiento que dan resultados y que cumplen los requisitos necesarios. Pero, cada vez mas a menudo, surgen especialista que venden sus descubrimientos, haciéndonos creer que, si uno se toma un pomelo cada día, tres horas antes de comer, conseguirá no se sabe qué beneficios, que suelen ser, casi siempre, espectaculares y sobrehumanos.
No es que haya que desconfiar del todo, pero en muchos casos hay que hacer sonar la voz de alarma ante estas cosas. Lo mismo que no existe una dieta universal,  es difícil creer que a todo el mundo le pueda sentar mal la fruta si la toma después de comer o que el vino sea bueno para todos en pequeñas dosis.
Así que es bueno escucharlo todo, pero es fundamental que cada uno vea si de verdad le afecta o no a su organismo. En ocasiones, ni el medico nos puede decir que es lo que tenemos, porque no esta dentro de nuestros organismo y no puede saber si algo nos sienta mal o bien, aunque científicamente pueda informar sobre las consecuencias.

¿Qué es lo primero a tachar de la lista?

A pesar de lo dicho anteriormente, hay algo que debe eliminarse de la dieta habitual, si se pretende perder peso.
La experiencia que se tiene con muchas personas es que el pan engorda muchisimo. Cientificamente no se sabe por qué, si es por los fermentos, la falta de naturalidad en el cocimiento, o qué, pero el hecho es que si se toma un plato de espagueti sin pan no te engordas, pero con pan, sí; si se toma este plato con una ensalada, sacia y si se toma con pan, no sacia, y seguirás teniendo hambre.

 Sí, estoy gordo, ¿y qué?

A lo largo de la historia, el prototipo de belleza ha ido cambiando, de manera que, lo que en una época resultaba irresistible, en otras parecía repugnante.
Como se sabe, la naturaleza es tan diferente como caprichosa, y hay cosas que se reciben como herencia familiar y que es muy difícil que cambien. Igual que se hereda la alegría, la inteligencia o la ingenuidad, se hereda la mala circulación o una complexión ósea robusta. En estos casos, hay que olvidarse de todo y aceptarse como se es.Cuanto antes aprendamos a admitirlo, mejor.
Es importante darse cuenta de hasta qué punto este aspecto es determinante en el tema de las dietas.
Se olvida la salud para dar prioridad a otras cosas que no van  a ayudar más que a contentar, la mayor parte de las veces, a los demás, que muchas veces no están pidiendo a nadie expresamente que se ponga a régimen.
El psiquiatra Luis Rojas Marcos ha llegado a afirmar que la dieta es "el sedante socio político más poderoso aplicado a las mujeres". En una entrevista decía que la dieta ejerce desgraciadamente, como una huida de cerebros, porque "hay miles y miles de chicas inteligentes obsesionadas por un tema que las aparta de poder contribuir a la sociedad de una forma constructiva. En el fondo, es una forma de esclavitud"; y añade: "la sociedad actual estimula ciertas imágenes ideales que, por definición, son inalcanzables. En este caso, se fomenta de forma obsesiva la imagen de la mujer físicamente delgada, atractiva, juvenil. Ellas tratan de conseguir dos cosas: esa imagen  idealizada, no tanto femenina sino erótica, y la idea de que haya podido controlar algo tan básico como el hambre". Descorazonador.

Sí, quiero.

Es importante hacer hincapié en el tema de la obsesión a la hora de iniciar una dieta de adelgazamiento. Sabemos que es muy difícil llevar una dieta estricta en la que casi todo esta prohibido y que sera difícil mantener una vez termine. Ya se sabe que lo prohibido ha atraído siempre al ser humano y esta puede ser la razón por la  que muchos regímenes fracasen. En cualquier caso, siempre es bueno pensar y valorar lo que se tiene (en este caso, lo que se puede comer) y no lo que no se tiene (lo que no se puede comer).
Muchas personas achacan a su deficiente metabolismo la causa de todos sus males. Es cierto que existen razones genéticas para explicar por que hay quien engorda comiendo poco y otros que no engordan nunca, por mucho que lo hagan. Pero, en general, nos engañamos  o no sabemos que estamos comiendo mal.
La mayor parte de las veces, las personas gordas no comen apenas porque ven que, aunque comen relativamente poco, en comparación con otras, siguen gordas. el problema en estos casos es que esa persona, en efecto, no come mucho pero cuando come, lo hace mal. Echan mano de lo primero que encuentra y que sacia su hambre, como un quesito, pan, foie gras, o chocolate; y no sabe que esta cometiendo un gran error, porque lo único que consigue es alimentarse mal y, al estar malnutrida, tener hambre casi todo el tiempo.
Por eso es importante saber que muchas veces, si se nutre uno bien, lo mas probable es que comiendo bien y haciendo algún tipo de ejercicio, se adelgace. Al encontrarse el cuerpo mejor nutrido, y con un aporte correcto y mantenido, se es menos vulnerable a los ataques de hambre.

¿Qué hacer con los alimentos que no nos sacian?

Una persona que empieza un adieta de adelgazamiento se lo toma como una prohibición: no puede comer aquellas cosas que más le gustan y entonces, se pasa todo el tiempo pensando como engañar al cuerpo para no tener que comer esas cosas que le apetecen. El problema de esto es que no solo se come para alimentarse, sino que hay una demanda de sabor, textura, paladar, y que son esas sensaciones las que nos sacian.
Es importante que, ademas de reducir calorías, el régimen nos ha de aportar esas pequeñas cosas que se necesitan saborear, aunque deben eliminarse los alimentos que hagan que perdamos el control. Esos que nos excitan demasiado y no sabremos como ponerles freno.
Es, ademas importante auto observarse, analizarse y ver cuales son los alimentos que nuestro cuerpo asimila bien y cuales no.
En esta lista, podrás observar los síntomas que te ayudarán a realizar ese auto diagnostico:

-Si sientes que al tomar algo, retienes líquidos
-Si automáticamente al comer o beber algo, sientes pesadez de estomago o de peso.
-Si te levantas con sequedad de boca-
-Si te levantas con mal sabor de boca.
-Si sufres dolor de cabeza tras comerlo.
-Si eructas constantemente, si algo se repite todo el tiempo después de haberlo ingerido.
-Si te sientes mas cansado de lo normal.

Todos esto síntomas son fáciles de detectar y pueden ayudar a realizar un diagnostico sobre que cosas deberían eliminarse de la dieta personal. Para comprobarlo, basta con repetir el mismo alimento al día siguiente y ver si se dan los mismos síntomas.

¿Tenemos hambre realmente?

Si bien es verdad que en nuestra sociedad, lo normal, además de alimentarse es comer, y disfrutar con la comida, lo cierto es que, ese salto que va desde la pura alimentación para sobrevivir, hasta el placer de comer y el arte de la gastronomía es lo que probablemente marque la diferencia entre muchas personas gordas y delgadas. Es decir, el hecho de comer por placer, por gusto, por ansiedad, por convencionalismos sociales, et., hace que la mayoría coma, al final, del día, y durante casi todo el año, mucho mas de lo que necesita para cubrir sus necesidades energéticas.
Esto, como ya es sabido, trae malas consecuencias, además de las puramente estéticas. Se podría afirmar  QUE NOS HEMOS OLVIDADO DE CONECTAR CON LA EXPERIENCIA DEL HAMBRE. La mayor parte de las veces se tiene la sensación de apetito, no de hambre, excepto cuando, después de tomar el café le la mañana, se dejan seis horas sin comer.

En general, se tiene una idea desmedida de lo que el cuerpo necesita comer, lo que, sumado a la excesiva oferta que se encuentra a todas horas en todas partes, supera lo imprevisto.
Influye mucho también el estado de ánimo: la ansiedad, el cansancio, la tristeza, son el caldo de cultivo perfecto para la sobre alimentación. Muy probablemente, el principal problema de las dietas es que (como dice la doctora Maria González, naturopata): "Suplimos con la comida la asquerosa vida que llevamos; lo que queremos matar son las ganas de algo, pero no el hambre. En una dieta hay que esperar a sentir hambre antes de volver a comer, y si te pasas un dia sin sentir hambre, pues no comas".
Esto es muy diferente a la constante de muchas personas que se empeñan en ayunar para adelgazar. Se debe comer cada dia la cantidad que a uno le pida el cuerpo; pero, si un día no se siente hambre, es una tontería forzar al estomago a ingerir una serie de alimentos que lo único que van a hacer es acumularse sin más.
En este proceso, la sociedad, el entorno, la misma familia, influyen a veces mas negativa que positivamente, cosa que no debemos permitir. Hay quien empieza a comer mas porque tiene pareja y la comida es una manera de relacionarse con ésta, o quien es incapaz de acudir a una invitación social y limitarse a estar con la gente, en lugar de comer y beber muchas veces sin tener ganas.
Resumiendo, hay que ser más egoístas y, a veces, si no se tiene hambre, no comer, y no sentirse mal o marginado por ello. También, a veces, los horarios se convierten en una dictadura estúpida: parece que porque sean las ocho de la mañana hay que desayunar, o a las dos de la tarde, hay que almorzar. Es bueno tener un horario, una dinámica o rutina, pero no tanto como para que termine dictando todo lo que se hace.
Quizá parezcan exagerados tantos consejos no directamente relacionados con la comida, pero son tan importantes e influyentes como el numero de proteínas a ingerir o las propiedades de la vitamina A.

La salud por encima de todo, y en esto entra también el estado mental, la imagen que tengamos sobre nosotros mismos, la alegría con que se enfrenta la vida, tomarse las cosas con sentido del humor, etc. En el caso concreto de las dietas de adelgazamiento,  hay que tener en cuenta que, por mucho que se adelgace, si no se tienen otras cosas, los resultados no serán de mucha ayuda y menos si se piensa que por estar delgados nos van a querer mas. En todo caso, uno mismo se querrá mas y eso influirá en los demás.

Resumiendo...

Para conseguir un elevado porcentaje de éxito en la tarea de adelgazar es necesario:

-Equilibrar nutrientes y reducir cantidades, si no se adelgaza, reducir aún más.

-Dejar de comer pan; si no se puede abandonar el placer de ese alimento, entonces tomarlo en pequeñas cantidades, con un poco de aceite, tomate o ajo. También se puede reducir tomando palitos de zanahoria o apio.

-Es preferible añadir pequeñas cosas que den sabor, que gusten, en vez de iniciar un régimen demasiado estricto, para luego saltárnoslo los fines de semana. Si queremos terminar la comida con dulce, mejor elegir una fruta acompañada con pasas, que aportan sabor dulce.

-Es bueno identificar las situaciones que asociamos a determinada comida, e intentar disfrutarlas prescindiendo de ésta.

-No todas las personas necesitan un régimen, sino adelgazar ciertas partes de su cuerpo. Normalmente esto no es cuestión de dietas de adelgazamiento, sino de ejercicios específicos para adelgazar las partes en las que existe   un peso muy localizado. Aquí, la elección de alimentos es también importante. Así mismo, ver qué cosas producen pesadez, hacen retener líquidos, etc.

Importantísimo, no pensar en términos de "régimen", sino de cambio de hábitos alimenticios. Algo que ca a estar para siempre y no que va a durar dos o tres semanas, tras las cuales volveremos a los hábitos de siempre. Comer de manera equilibrada, pero introduciendo alimentos que gusten. Tampoco es bueno limitar las cantidades de aceite porque el cuerpo está acostumbrado a él y necesita grasas.

-La imagen es primordial. Si no se vive contento con uno mismo, da igual que se tenga todo lo mejor, no te gustarás cuando te mires al espejo. La mayoría de las jóvenes anoréxicas piensan que los defectos que se creen tener son la causa de su mal.




OBESIDAD: EL ENEMIGO NUMERO UNO

¿Comer o no comer?

Plantearse el comer o no comer es una gran cuestión existencial, en la medida que afecta directamente a la existencia de quien se lo plantea. Sin embargo, con todo lo que se ha hablado de dietas o  regímenes, es sorprendente como aún se plantea una cuestión tan importante a veces, de una manera trivial.

Comer o no comer es lo primero que se debe plantear a la hora de decidir si queremos adelgazar por necesidad saludable,  o simplemente por un deseo banal. El problema del adelgazamiento no es comer o no comer, sino comer lo que el cuerpo necesita. No comer lleva a que el cuerpo no gaste energía en la digestión, que es la que se lleva la mayor parte del gasto que realiza  nuestro organismo, es decir, cuando digerimos, nuestro cuerpo está gastando energía porque está realizando un esfuerzo; si dejamos de comer, ese gasto desaparece. Cuando dejamos de comer, además, perdemos principalmente agua, vitaminas, proteínas y minerales, pero no la grasa. Y, por supuesto, no lo podremos mantener mucho tiempo.

La cantidad de calorías que el cuerpo necesita  para digerir es algo importante, y esa cantidad de energía es lo que pone en marcha el metabolismo. En las dietas es importante el consumo de proteínas, no solo porque  no hacerlo trae malas consecuencias (deterioro de la piel, aflojamiento de los músculos, etc.) sino por lo dicho de la necesidad de consumo de energía. Por ello hacer un adieta a base de no comer es como si se ralentizaran todas las funciones de la digestión, y es aquí donde entran las proteínas.

Los alimentos que tiene mas gasto para el proceso digestivo son precisamente las proteínas. Por ello, deben estar presentes en una dieta que se precie, más para mantener el gasto,  mantener la aceleración del metabolismo, que porque sea necesaria una aportación muy grande de ellas a nuestro cuerpo.

Asi pues podemos decir que las personas que no engordan son aquellas que convierten  en energía todo lo que ingieren.  Para comprender lo que decimos, vamos a saber algo más sobre como funciona el cuerpo humano y por qué es importante comer, aunque se pretenda adelgazar. Tan importante es perder el peso que sobra y sentirse saludable, como tener una buena base de nutrición y saber por que el organismo funciona de una determinada manera y qué hacer en cada caso.

¿Cómo se eligen los alimentos?






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